sábado, 6 de junio de 2009

Isol




Hay varias zonas grises en mi "comportamiento" que me incomodan y asustan. Una de ellas es la terrible indefinición que a veces tengo entre la admiración y la envidia cuando me impacta alguna obra artística, ya se trate de un poema, un cuadro o una composición musical. Ambas reacciones casi siempre vienen en tándem y lo peor es que la envidia no se manifiesta como una simpática puteadita farfullada con una sonrisa; no, se trata de una negra bilis que carcome como loca.
Hay, sin embargo, gente a la que admiro sin vueltas: una de esas gentes es Isol, una ilustradora que se cae de talentosa, que también canta como los dioses y que si no me equivoco, encima coquetea con el teatro y la danza.
Pero mejor veanlón con sus propios ojos: http://isolisol.blogspot.com/

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