domingo, 22 de abril de 2007

Un sueño de Lhasa


La cantautora canadiense Lhasa de Sela contó este sueño en una entrevista, publicada en el Nº 6 de la revista Ricardito:

"Estaba con mi hermana , vivíamos en un enorme sótano de un edificio hecho de cemento y todos nuestros muebles y ropas y objetos estaban ahí. Habíamos armado un espacio cálido, pero lo que realmente pasaba es que era una prisión. Estábamos en un estado de cuelgue de drogas y pasábamos el día tiradas. Un día empezamos a sentir mucho calor y teníamos que meternos en una pileta que estaba en el medio del cuarto y quedarnos bajo el agua todo el tiempo que pudiéramos. Y todo se calentaba más. Hacía calor y más calor hasta que todo se quemaba. Teníamos que aguantar la respiración y quedarnos sumergidas tanto como pudiésemos. Luego lográbamos salir, todo se enfriaba y quedábamos exhaustas, acostadas hasta el próximo día en que volvería a pasar lo mismo.

Eso siguió por un tiempo largo hasta que un día yo decidí que quería irme. Traté de convencer a mi hermana y ella no quería, pero finalmente la convencí. Empezamos a apilar nuestras cosas en un carrito pequeño. Eso nos llevó mucho tiempo. Salimos al patio de la prisión donde, arriba de las paredes, había soldados con armas. Mi hermana empezó a sentir pánico y decía "nos van a disparar, no nos van a dejar ir". Y yo súbitamente sabía, y le dije "no tienen balas en sus armas, piensan que estamos tan asustadas que nunca intentaríamos irnos". Entonces caminábamos hacia las puertas de la prisión. Estaban abiertas. Nada pasó, ni un sonido, nadie se movió. Caminamos fuera de esas enormes montañas y fuimos libres.

Al día siguiente, estaba asombrada de ese sueño. Era tan simple, una imagen tan obvia: la prisión de puertas abiertas. Pero el relajo, el cuelgue que teníamos... Y la única cosa que me hizo querer irme de allí fue el calor. Creo que es una metáfora tan clara del modo en que vivía mi vida y el modo en que tanta gente vive su vida. Te ponés cómodo en algún sentido, aunque sepas que estás en una prisión. Y dejarías que eso siga por siempre, pero la vida se nos presenta con esas cosas que la hacen insoportable, como el calor. Y eso te fuerza a la acción. Y los guardias, que son como espantapájaros, no tienen un poder real. Realmente ese sueño me hizo dar cuenta de lo que es la libertad. La libertad es tener el coraje de hacer tus cosas, de vivir tu vida."
(Entrevista de Malachy O'Neill para Ricardito Nº 6, verano 2005)

5 comentarios:

48hs dijo...

Espero que algún día nos venga a visitar esta mujer.

TiTo A. dijo...

Ojalá que sí.

Nove dijo...

Sencillamente genial. Yo estoy en una prisión similar a la de este sueño (por cierto, leí el texto por la foto: mi hermana es fan de ella).

Cuando salga de esta prisión, leeré El Cultito, seguiré con mi diario en Busco Novio y todo eso que se hace cuando uno sigue con su vida...

TiTo A. dijo...

nove: parece que hay una ley universal que dice que cada uno tiene que salir de la prisión con sus propias fuerzas, caminando con sus propias piernas, por débiles que estén. Algo me dice que justamente esta crisis es la que te dará la potencia necesaria para que te vayas no ya caminando, sino levitando de la prisión como en una de esas tontas películas que tanto me gustan. Que la fuerza te acompañe; lo digo muy en serio por una vez. Un abrazo.

Anónimo dijo...

me gusto muchisimo!

beso