
A consecuencia del lanzamiento de Métrica volví a un blog satélite del del Remisero absoluto en el cual en un día francamente propicio descubrí a Daniel Giribaldi y sus Sonetos mugres. Me pareció apropiado compartir esta hermosura:
Gatica muerto
Llenó el ring, cacheteando con holgura
a cuantos le buscaron el mamporro,
mostrando el tigre y escondiendo el zorro,
dura la mano y blanda la cintura.
Un día, lo encanó la mishiadura
(pavura por el lastre y el cotorro).
Baten que fue por culpa del atorro.
¿Para qué discutir? ¡No tiene cura!
Gatica se piantó, como Carlitos:
no hubiera estado bien que fuera abuelo
y sus nietos le dieran regalitos.
Después de todo, nos dejó el consuelo
de saber que en los cielos infinitos,
se faja con los ángeles del Cielo.
2 comentarios:
Estimado, me conmovieron los versos del fulano.
A veces el frío y las ganas de morir son así como la misma cosa con diferente nombre.
Me encantó "métrica".
abrazo!
M
Gracias! La verdad es que es uno de mis referentes.
Gracias, precious!
Publicar un comentario