
La cantautora canadiense
Lhasa de Sela contó este sueño en una entrevista, publicada en el Nº 6 de la revista
Ricardito:"Estaba con mi hermana , vivíamos en un enorme sótano de un edificio hecho de cemento y todos nuestros muebles y ropas y objetos estaban ahí. Habíamos armado un espacio cálido, pero lo que realmente pasaba es que era una prisión. Estábamos en un estado de cuelgue de drogas y pasábamos el día tiradas. Un día empezamos a sentir mucho calor y teníamos que meternos en una pileta que estaba en el medio del cuarto y quedarnos bajo el agua todo el tiempo que pudiéramos. Y todo se calentaba más. Hacía calor y más calor hasta que todo se quemaba. Teníamos que aguantar la respiración y quedarnos sumergidas tanto como pudiésemos. Luego lográbamos salir, todo se enfriaba y quedábamos exhaustas, acostadas hasta el próximo día en que volvería a pasar lo mismo.
Eso siguió por un tiempo largo hasta que un día yo decidí que quería irme. Traté de convencer a mi hermana y ella no quería, pero finalmente la convencí. Empezamos a apilar nuestras cosas en un carrito pequeño. Eso nos llevó mucho tiempo. Salimos al patio de la prisión donde, arriba de las paredes, había soldados con armas. Mi hermana empezó a sentir pánico y decía "nos van a disparar, no nos van a dejar ir". Y yo súbitamente sabía, y le dije "no tienen balas en sus armas, piensan que estamos tan asustadas que nunca intentaríamos irnos". Entonces caminábamos hacia las puertas de la prisión. Estaban abiertas. Nada pasó, ni un sonido, nadie se movió. Caminamos fuera de esas enormes montañas y fuimos libres.
Al día siguiente, estaba asombrada de ese sueño. Era tan simple, una imagen tan obvia: la prisión de puertas abiertas. Pero el relajo, el cuelgue que teníamos... Y la única cosa que me hizo querer irme de allí fue el calor. Creo que es una metáfora tan clara del modo en que vivía mi vida y el modo en que tanta gente vive su vida. Te ponés cómodo en algún sentido, aunque sepas que estás en una prisión. Y dejarías que eso siga por siempre, pero la vida se nos presenta con esas cosas que la hacen insoportable, como el calor. Y eso te fuerza a la acción. Y los guardias, que son como espantapájaros, no tienen un poder real. Realmente ese sueño me hizo dar cuenta de lo que es la libertad. La libertad es tener el coraje de hacer tus cosas, de vivir tu vida."
(Entrevista de Malachy O'Neill para Ricardito Nº 6, verano 2005)